Ciudad de Guatemala, GUATEMALA. Un juez guatemalteco inició este jueves una audiencia para recibir las pruebas que serán presentadas en un juicio abierto al exdictador Efraín Ríos Montt bajo cargos de genocidio cometido en poblaciones indígenas durante su régimen de facto, entre 1982 y 1983.
Miguel Ángel Gálvez, quien decidió elevar a juicio la causa, declaró abierta "la audiencia para el ofrecimiento de pruebas", tras lo cual deberá fijar la fecha de inicio del proceso y la conformación del tribunal de sentencia.
Ríos Montt, de 86 años, saludó al fiscal Orlando López y a los abogados querellantes que representan a las víctimas al llegar puntualmente y de buen ánimo a la cita, en una sala de la Corte Suprema de Justicia, en el centro de la capital, constataron periodistas de la AFP.
En un fallo histórico, Gálvez decidió el pasado lunes abrir juicio contra el exdictador y también contra el general retirado José Rodríguez, miembro de la cúpula castrense durante su régimen, por la matanza de unos 1,770 indígenas mayas ixiles en el departamento de Quiché (norte) durane el gobierno de facto de Ríos Montt, en el período más cruento de los 36 años de la guerra civil guatemalteca.
A diferencia de las audiencias anteriores, esta vez Ríos Montt acudió a la cita sin la compañía de su hija, la exdiputada Zury Ríos. A la sala del juzgado llegó una decena de hombres como custodias, presuntos exmiembros de patrullas civiles paramilitares que colaboraban con el ejército durante el régimen. También se dieron cita en el tribunal activistas de derechos humanos que claman por justicia para las víctimas.
El fiscal López presentó ante el juez unos 900 medios de prueba entre peritajes y testimonios, 65 testigos de torturas, bombardeos de comunidades indígenas y del éxodo a las montañas por la represión, así como los planes militares de la época que según el ente investigador contemplan las acciones que provocaron el genocidio.
Los abogados de las víctimas extendieron al magistrado la lista de sobrevivientes de las masacres cometidas por el ejército, los cuales declararán durante el juicio, además de peritajes forenses de los muertos.
Por su lado, la defensa, que el lunes adelantó que elevará recursos de apelación contra la resolución de Gálvez de iniciar juicio, también planteó al juez la presentación de testimonios de militares retirados, empresarios, diplomáticos y un exintegrante de la comisión que negoció con la insurgencia el cese de la guerra en 1996.
Casi sobre la mitad de la audiencia, Gálvez autorizó que el general retirado José Rodríguez regresara a un hospital militar donde cumple su arresto domiciliario, al aducir que sufría fuertes dolores de espalda.
El juez continuará la fase de recepción de pruebas este viernes, y se espera que al finalizar determine el tribunal de sentencia que llevará el proceso y la fecha del inicio del mismo.
Guatemala vivió una trágica guerra civil entre 1960 y 1996 que dejó unos 200,000 muertos o desaparecidos, según un informe de la ONU que señaló al período 1981-1983 como uno de los más cruentos del enfrentamiento.
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