Lanzamiento de la Red Informativa de Genocidio y Derechos Humanos

La Fundación Luisa Hairabedian presenta la Red Informativa de Genocidio y Derechos Humanos que tiene como objetivo informar sobre congresos, actualidad, seminarios, publicaciones, conferencias, bibliografía y postgrados relacionados a Ciencias Sociales, Estudios sobre Genocidio, Diáspora Armenia y temáticas afines

lunes, 29 de febrero de 2016

El próximo viaje del Papa sería a Armenia.

VATICANO, 19 de febrero de 2016.- Uno de los próximos viajes internacionales del Papa Francisco podría ser a Armenia, según informa hoy el servicio de prensa de la sede de Echmiadzin de la Iglesia Apostólica Armenia. Se trata de la sede del Patriarca supremo y catholicós de todos los armenios. Según un comunicado de prensa, desde hace tiempo se baraja una posible visita del Pontífice a este país. Tendría lugar finalmente en septiembre –la primera fecha prevista habría sido junio– y ya se estaría preparando, según el comunicado de la Iglesia armenia.


En los últimos meses, los cardenales Kurt Koch y Leonardo Sandri, respectivamente Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y Prefecto de la Congregación de las Iglesias Orientales, han efectuado visitas a este país. Fuentes confiables señalaron recientemente a ACI Prensa que el Papa dijo a uno de los embajadores acreditados ante la Santa Sede que el viaje a Armenia podría extenderse además a las naciones limítrofes de Georgia y Azerbaiyán. En septiembre de 2014 el presidente armenio, Serzh Sargsyán, viajó en visita oficial al Vaticano e invitó al Pontífice a visitar el país. Entonces ambos dialogaron sobre el papel del cristianismo en la historia de esa nación y sobre la necesidad de lograr una convivencia pacífica entre los pueblos de Medio Oriente. En una entrevista con una agencia local en uno de sus viajes, el Cardenal Sandri dijo en septiembre de 2015 que el Santo Padre habría acogido la invitación del presidente Serzh Sargysa y que “tiene en el corazón el deseo de un viaje a Armenia”.

La Santa Sede informó el día de la audiencia entre Francisco y el presidente armenio que durante las conversaciones se puso de manifiesto “la satisfacción por el desarrollo y el fortalecimiento de las relaciones bilaterales, subrayando el papel particular jugado por el cristianismo en la historia y en la vida de la sociedad armenia”. Con respecto a la situación política regional “se ha manifestado el deseo de que se superen las complejas cuestiones irresueltas a través del diálogo entre todas las partes interesadas”. En la conversación también tuvo una atención especial “la situación de las comunidades cristianas y de otras minorías religiosas de la zona”, así como “la crisis humanitaria que concierne a los prófugos procedentes de las regiones afectadas”.

El genocidio armenio El viaje podría tener un contexto delicado dada la crisis abierta con Turquía hace ahora casi un año cuando el Papa nombró Doctor de la Iglesia a San Gregorio de Narek en una ceremonia en la Basílica de San Pedro en memoria de todos los asesinados a causa de su fe en el genocidio armenio al cumplirse cien años. Entonces, el 
Papa Francisco se refirió al genocidio de los armenios en 1915, en el que las fuerzas otomanas asesinaron a más de un millón y medio de personas, algo que Turquía siempre ha negado y cuya mención suscitó de su parte una protesta formal ante el Vaticano. 

Francisco no hizo más que repetir las palabras que San Juan Pablo II ya había dicho calificando el suceso como el “primer genocidio del siglo XX”. Estas palabras provocaron el enfado del gobierno de Turquía, que llamó a consulta al Vaticano. En concreto, fue el Ministerio de Exteriores turco el que convocó al Nuncio Apostólico en el país, Mons. Antonio Lucibello. 

El gobierno turco afirma que lo que sucedió en realidad no fue un genocidio y que el número de muertos fue mucho menor, como resultado del conflicto de la Primera Guerra Mundial. Turquía considera además que fueron en realidad muchos los turcos los que murieron. Después de este incidente, la diplomacia vaticana y turca parecen haber arreglado las tensiones.

El texto original de Éste artículo fue publicado por Agencia Quadratín en la siguiente dirección: https://www.quadratin.com.mx/sucesos/Proximo-viaje-del-Papa-seria-Armenia/

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Fuente: https://www.quadratin.com.mx/sucesos/Proximo-viaje-del-Papa-seria-Armenia/


Repudio a matanzas de armenios frente a la embajada de Azerbaiyán.

(Agencia Prensa Armenia).- Durante la noche del viernes 26 de febrero se realizó una marcha y manifestación frente a la embajada de Azerbaiyán para conmemorar un nuevo aniversario del comienzo de las masacres de armenios en las ciudades azeríes de Sumgait, Bakú y Kirovabad a partir de 1988.

“Las matanzas de Sumgait, Bakú y Kirovabad fueron la continuación del plan de limpieza étnica que comenzó durante el Genocidio Armenio”, señaló Axel Costanian, miembro de la organización Unión Juventud Armenia de Sudamérica, quienes junto a otras organizaciones juveniles convocaron a la manifestación. “La matriz negacionista y violatoria de los derechos humanos sobre la cual se construyeron ambos Estados, se mantienen en la actualidad”, agregó Costanian en su discurso.

Las comunidades armenias en todo el mundo recuerdan el 26 de febrero de la misma forma que conmemoran los 24 de abril, fecha en que se considera el inicio del genocidio contra el pueblo armenio perpetrado por el Estado turco. “Hoy, Turquía y Azerbaiyán llenan sus cárceles de periodistas y activistas. Azerbaiyán amenaza con reiniciar la guerra contra las Repúblicas de Armenia y Nagorno Karabaj. Turquía apoya al Estado Islámico y entorpece el proceso de paz en Siria. Azerbaiyán utiliza listas negras, en las que se encuentran muchos argentinos, para perseguir a quienes desafíen el relato oficialista. Turquía acosa a sus intelectuales con el infame artículo 301 del código penal, con el que condenaron al periodista Hrant Dink. Y no podemos dejar de recordar la persecución del Estado turco al pueblo kurdo, especialmente al Partido Democrático de los Pueblos”, finalizó Costanian.

Las matanzas de Sumgait y Kirovabad en 1988 y Bakú en 1990, instigadas por las autoridades azeríes, fueron una respuesta a la lucha de los armenios por la independencia de Nagorno Karabaj, una región que había estado históricamente habitada por armenios pero que durante la sovietización de Armenia y Azerbaiyán, Joseph Stalin entregó a la República Socialista Soviética de Azerbaiyán en calidad de región autónoma en 1923. A partir de 1988, con el comienzo de la caída de la Unión Soviética, se creó el Movimiento de Karabaj para pedir la independencia y la anexión a Armenia. La respuesta del gobierno azerí fueron los pogromos de Sumgait, Bakú y Kirovabad. En 1991, Armenia y Nagorno Karabaj se proclamaron Repúblicas independientes. Para 1992, los combates ya se habían convertido en una guerra a gran escala entre Azerbaiyán, apoyada por Turquía, y Nagorno Karabaj. En mayo de 1994 se declaró un cese del fuego que se mantiene hasta la actualidad -a pesar de que el gobierno azerí no lo cumple- y se creó el Grupo de Minsk de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para actuar como mediador.

Durante los “pogromos”, “decenas de personas resultaron muertas, de las cuales muchas fueron quemadas vivas tras haber sido golpeadas y torturadas. Hubo centenares de heridos, muchos de los cuales quedaron discapacitados de por vida. Se produjeron violaciones de mujeres y niñas. Hubo más de doscientos hogares destrozados y saqueados, cantidades de automóviles quemados o destruidos y decenas de talleres, tiendas, kioskos y locales sociales devastados y desvalijados. Miles de personas se convirtieron en refugiados”, según datos de un informe presentado por Armenia en Naciones Unidas. El concepto de “pogromo” hace referencia a persecuciones o matanzas contra un grupo religioso o étnico. El término se utilizaba para hacer referencia a los ataques contra los Judíos en el Imperio Ruso (especialmente en Ucrania y Bielorrusia) durante los siglos XIX y XX. La principal característica de los pogromos en Azerbaiyán, aún negados por el gobierno azerí, fue que los crímenes fueron cometidos por grupos paraestatales con la complicidad del gobierno.

Fuente: http://palermonline.com.ar/wordpress/?p=49597


Acerca del libro “Resolución con justicia: Reparaciones por el Genocidio Armenio” Editado por la Fundación del Consejo Nacional Armenio.

El libro Resolución con justicia: Reparaciones por el Genocidio Armenio fue presentado el 2 de diciembre de 2015 en la Cámara Argentino Armenia (ver Diario Armenia del 10 de diciembre de 2015). Los cuatro autores de este excelente trabajo jurídico —Alfred de Zayas, Jermaine McCalpin, Ara Papian y Henry Theriault— integran el Armenian Genocide Reparations Study Group (AGRSG). Cada uno de ellos aporta su investigación y la suma de éstas en un solo volumen nos brinda un estudio singularmente integral sobre el tema.

Durante un siglo se ha denunciado la existencia de un genocidio impune. Infinidad de resoluciones internacionales condenaron dicho crimen y hoy, a pesar de su insuficiente difusión gracias al pacto de silencio al que adhieren algunas cancillerías imperiales, el genocidio turco contra el pueblo armenio (1915-1923) es conocido por el mundo. El ciclo de reconocimientos como único reclamo debe cerrarse para sumar a éste la condena a sus responsables y la reparación correspondiente.

En el caso del Genocidio Armenio, los autores materiales están muertos, por lo que no puede haber juicios y sentencias a los genocidas. Sin embargo, los responsables fueron las autoridades oficiales reconocidas internacionalmente como legítimos gobernantes de la Turquía imperial y de su sucesora jurídica, a la que llamaron “republicana”. Como tales, perpetraron desde el Estado el crimen de genocidio contra el pueblo armenio. Ergo, es el Estado de Turquía el responsable eterno no sólo de las atrasadas reparaciones de las que el pueblo víctima es acreedor, sino también, como organizadores del olvido, de la amnesia colectiva de sus instituciones y de gran parte de su sociedad (pp. 230/231). 


Este riguroso estudio informa y actualiza varios aspectos del Genocidio. Algunos de ellos no fueron incluidos debidamente en los reclamos del Centenario, en especial, la usurpación del territorio nacional y la exigencia de su devolución al legítimo posesor, el pueblo armenio. A las tierras hay que agregarles los cuantiosos bienes expropiados ilegalmente y el usufructo secular del que sus confiscadores, sean el Estado o particulares, se están beneficiando en forma ilegítima y abusiva, al uso del régimen nazi. La diferencia entre ambas experiencias es que la Alemania post-hitleriana indemnizó o devolvió los bienes robados.

Reparaciones… no es un trabajo para determinar si el Genocidio ocurrió o no; las pruebas irrefutables establecen en forma absoluta que sí ocurrió. El AGRSG también se diferencia de la triste y ya desaparecida Comisión de Reconciliación Turco-Armenia (TARC), que operó sólo algunos años, con bases arenosas y falsas, alentada por el Departamento de Estado norteamericano, aliado sin disimulos del perpetrador. El espíritu equivocado de esa “Comisión” está reflejado en el mismo nombre que adoptó para confundir a la sociedad. “El término ‘reconciliación’ es, con frecuencia, utilizado como el objetivo de diálogo. Esto supone que en algún punto, en el pasado, armenios y turcos gozaron de buenas relaciones. Pero la relación turco-armenia comenzó con la conquista y subyugación, continuó como jerarquía de dominación, alcanzó su cumbre en el Genocidio y sigue avanzando en la forma de una reñida relación de dominación de los turcos sobre los armenios. (…) Por consiguiente, no es posible para los armenios y los turcos una reconciliación, ya que no hay un estado previo de buenas relaciones al que volver. El objetivo puede ser solamente de ‘conciliación’ que se construirá como el primer período de buenas relaciones” (p. 212). Como bien afirman los autores, “… el camino hacia la conciliación y la paz siempre debe transitarse a través de la verdad y de la justicia” (p. 230).

Abordar los temas de tierras y bienes no significa subestimar la pérdida más significativa y esencial del Genocidio: la humana. Junto a ella, el sufrimiento físico, emocional y espiritual de las víctimas fatales, así como también los traumas de los sobrevivientes resultantes por presenciar o vivir los horrores del genocidio turco, tales como el robo de niños y niñas, violaciones, esclavitud sexual y un sinfín de actos humillantes y degradantes. Durante la deportación letal se desnudaban a las personas para luego arrojarlas al calor del desierto y, una vez allí, la sed y el hambre provocaban enfermedades imposibles de sanar. A muchos se los arrojaba a cuevas subterráneas y eran quemados vivos, además de los “juegos” de arrojar al aire a bebés armenios y tratar de enlazarlos con la punta de sus bayonetas, o abrir el abdomen de las embarazadas con apuestas sobre el sexo del feto (p. 68).

Todos estos horrores están documentados en infinidad de informes de misioneros europeos y norteamericanos, cónsules y agregados de varios países, todos testigos oculares; muchos de ellos provenientes del Imperio alemán, aliado y copartícipe del crimen, al que no le bastó la carnicería de la Primera Guerra Mundial para desatar otra, más tecnificada, sólo veinticinco años después. Aún hoy, esta vez el gobierno de la señora Merkel apuntala su economía con manchas de sangre, apostando su apoyo al Estado genocida de Turquía, que sigue siendo imperial, ya que se constituyó sobre la usurpación territorial y el vaciamiento de su población originaria mediante el Genocidio. Por lo visto, a la señora Merkel tampoco le importan informes como los de Johannes Lepsius. Se recomienda urgente traducción de este libro Reparaciones… al idioma alemán, dado que su pueblo es a la vez inocente y víctima de las vergonzantes decisiones de algunos de sus gobernantes.

El Estado turco puede y debe retornar los territorios y bienes como reparación, e incluir al mismo tiempo la reparación simbólica de tanto horror como el parcialmente descripto. Estos actos simbólicos comprenden el reconocimiento del crimen de genocidio, acompañado de sinceras disculpas e iniciativas educativas a lo largo y ancho de la sociedad perpetradora. De esta forma, cesaría la negación. “De hecho, la agresividad de la campaña negacionista sugiere un intento de ocultar el origen ilegítimo de posesión de muchas de las tierras y riqueza en la sociedad turca posgenocida” (p. 162).

La lista de los delitos perpetrados por el Estado turco es tan larga como imposible de incluir en esta nota, pero Reparaciones… es un ejemplo de síntesis que no descuida ningún aspecto esencial del tema. Al análisis de este valiosísimo estudio tampoco escapa la destrucción sistemática del patrimonio cultural del pueblo armenio. “Hay pruebas que indican que la mayoría de los más de 2000 sitios religiosos en Turquía han sido destruidos o abandonados a su ruina. Conjuntamente con la destrucción deliberada, el gobierno turco ha permitido la decadencia y ruina de edificaciones armenias al no permitir que se realicen las reparaciones necesarias de mantenimiento” (p. 74). A este desastre programado hay que sumarle el cambio de los nombres armenios de comunidades, ciudades, etc. Este estudio demuestra que, ya para 1984, “… el 90% de los nombres de lugares históricos armenios ha sido modificado” (p. 232).

La turquificación de Armenia occidental sigue llevándose a cabo delante de las narices del mundo “civilizado”. Toda esta pesada carga se acumula sobre los hombros de los turcos quienes, aunque a cuentagotas, van despertando del letargo impuesto y muchos no quieren creer que su país es el producto de actos delictivos que no cesan. Como la verdad es sanadora, la AGRSG “… ofrece a la sociedad turca, por primera vez, la oportunidad para involucrarse en la historia del Genocidio —y así en su propia historia— de una manera integral, abierta, directa y libre de presión del negacionismo legalmente impuesto por el Estado, basado en un relato inexacto y dañino del pasado”.



Eduardo Kozanlian


Fuente: http://www.diarioarmenia.org.ar/acerca-del-libro-resolucion-con-justicia-reparaciones-por-el-genocidio-armenio/

Conferencia "De la Verdad para la Reconciliación: hacia un futuro justo para los pueblos indígenas de Canadá"


El Instituto Internacional de Genocidio y Estudios de Derechos Humanos (IIGHRS) y
el Centro McGill de Derechos Humanos y Pluralismo jurídico (CHRLP) será sede de una conferencia tener en cuenta las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación en escuelas residenciales indígenas en Canadá

Toronto y Montreal, Canadá - El Instituto Internacional de Genocidio y Estudios de Derechos Humanos (una división del Instituto Zoryan) y el Centro McGill para los Derechos Humanos y Pluralismo jurídico tienen el placer de anunciar su próxima conferencia "De la Verdad para la Reconciliación: hacia un futuro justo para los pueblos indígenas de Canadá "que tendrá lugar en la Facultad de Derecho de la Universidad McGill, el 8-9 de marzo de 2016.


Esta conferencia examinará los retos morales y legales urgentes planteadas por los resultados y las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, y considerar la forma en que Canadá puede llegar a un acuerdo con su pasado y presente colonial con el fin de avanzar hacia un futuro justo. El potencial para la reconciliación será considerada desde la perspectiva de tres relaciones clave: con nuestra verdad histórica compartida; nuestra relación con la tierra; y la nación a nación

Los discursos principales serán entregados por el Dr. Phil Fontaine, ex Jefe Nacional de la Asamblea de las Primeras Naciones, y Douglas White, ex Jefe de la Primera Nación Snuneymuxw.

Esta conferencia reúne a destacados académicos y activistas para promover el pensamiento innovador y el diálogo entre las culturas indígenas y no indígenas. En la organización de esta conferencia, el Instituto Internacional de Genocidio y Estudios de Derechos Humanos y el Centro McGill para los Derechos Humanos y Pluralismo Legal buscar tanto para educar al público en la comprensión de la realidad contemporánea de los pueblos indígenas a la luz de un legado de "genocidio cultural" y para considere cómo pasar de la negación a la verdad histórica contribuye a una cultura de los derechos humanos y la reconciliación.

El Instituto Zoryan y su filial, el Instituto Internacional de Genocidio y Estudios de Derechos Humanos, es la primera sin fines de lucro, centro internacional dedicado a la investigación y documentación de temas de actualidad con un enfoque sobre el Genocidio, diáspora y Nacional.

El Centro McGill de Derechos Humanos y Pluralismo Legal, que cumplió 10 años en 2015, tiene como objetivo profundizar la colaboración transdisciplinaria sobre las complejas dimensiones sociales, éticas, políticas y filosóficas de los derechos humanos. Desde su creación, se ha preocupado por el lugar de la ley indígena en los ordenamientos jurídicos canadienses e internacionales, así como el reconocimiento de la igual dignidad de las personas indígenas.


lunes, 1 de febrero de 2016

Turquía: los refugiados cristianos viven atemorizados. por Uzay Bulut. Gatestone Institute.

Turquía: los refugiados cristianos viven atemorizados
por Uzay Bulut. 29 de Enero de 2016. Traducción del texto original: Turkey: Christian Refugees Live in Fear

Alrededor de 45.000 cristianos armenios y sirios (también conocidos como siríacos y caldeos), que huyeron de Siria e Irak y se han establecido en pequeñas localidades anatolias de Turquía, se han visto obligados a ocultar su identidad religiosa, según el diario Hurriyet.

Desde que el Estado Islámico (ISIS) invadió ciudades iraquíes y sirias, los cristianos y los yazidíes se han convertido en el principal objetivo del grupo, enfrentándose a otro posible genocidio a manos de musulmanes.

Anonis Alis Salciyan, una armenia que huyó de Irak a Turquía, declaró a Hurriyet que en público fingía ser musulmana. "Mi marido y yo huimos [de Irak] con nuestros dos hijos hace un año, junto con otras veinte familias. En Irak nos presionaban", dijo Salciyan, y recordó que su marido, que regentaba una joyería en Irak, está ahora en paro. "Tenemos familiares en Europa. Solo gracias a su ayuda salimos adelante. Nuestros hijos no pueden ir al colegio aquí, no saben hablar turco".

Lo que hace aún más trágico el sufrimiento de los refugiados cristianos en Turquía es que los antepasados de algunos de ellos fueron expulsados de Anatolia por las autoridades otomanas y sus habitantes musulmanes hace un siglo, durante lo que se conoce como el genocidio armenio y el genocidio asirio de 1915.

Otra familia, la de Linda y Vahan Markaryan, también huyó a Turquía con sus dos hijos. Su casa de Bagdad fue asaltada por los yihadistas del ISIS.

"Mi hija, Nuşik, de 7 años, dejó de hablar aquel día. No ha hablado desde entonces. Estamos trabajando duro para pagarle un tratamiento, pero sigue sin hablar", dice Linda Markaryan, y añade que les resulta muy difícil practicar su religión. "Tenemos que hacer nuestras oraciones en casa".

Los ejércitos islámicos yihadistas invadieron Oriente Medio y los territorios del norte de África a principios del siglo VII. Los pueblos nativos no musulmanes de esas tierras han olvidado sin duda lo que significa la seguridad y la libertad religiosa.

En todos los países donde ahora hay una mayoría musulmana se dan historias terroríficas de no musulmanes que padecen sometimientos violentos, violaciones, esclavitud y asesinatos a manos de los yihadistas.

Ha habido cristianos en Siria desde los primeros tiempos de la cristiandad; hoy, tras los ataques del ISIS, están huyendo para salvar sus vidas.

Las invasiones musulmanas de la Siria bizantina tuvieron lugar bajo los sucesores de Mahoma, los califas Abu Baker y Omar ben Jatab, en el siglo VII. En el año 634, Damasco, por entonces mayoritariamente cristiana, se convirtió en la primera gran ciudad del Imperio Bizantino que cayó ante el Califato Rashidún.

Damasco se convirtió entonces en la capital del Califato Omeya, el segundo de los cuatro grandes califatos islámicos, y el árabe pasó a ser la lengua oficial del Estado.

En Irak, origen de muchos refugiados cristianos en Turquía, también ha habido una campaña de islamización.

Los árabes musulmanes conquistaron lo que hoy se denomina Irak, del Imperio Persa sasánida, en el año 636. Quemaron escrituras sagradas zoroástricas, ejecutaron a sacerdotes, saquearon ciudades y apresaron esclavos, igual que hace hoy el ISIS.

Cuando los ejércitos musulmanes conquistaron territorios no musulmanes, los cristianos y los judíos tuvieron que elegir entre convertirse, la muerte o vivir como dimmíes: ciudadanos de tercera clase, apenas tolerados, en su tierra desposeída, tenían que pagar un impuesto (la yizia) a cambio de protección.

Ahora, en el siglo XXI, los cristianos en Turquía siguen viviendo con miedo.

El 28 de diciembre de 2012, por ejemplo, una mujer armenia de 85 años, Maritsa Kucuk, fue apaleada y apuñalada hasta la muerte en su casa en el barrio de Samatya (una de las mayores comunidades armenias de Estambul), donde vivía sola. Su hijo, Zadig Kucuk, que encontró su cadáver en la casa, dijo que le habían tallado una cruz en el pecho.

En diciembre de 2012, también en Samatya, otra mujer de 87 años, T. A., fue asaltada, apaleada y estrangulada en su casa. Perdió un ojo.

"La prensa, la policía, los políticos y las autoridades no se han centrado en este problema", escribió Robert Koptas, por entonces director del periódico semanal armenio bilingüe Agos. "Prefieren guardar silencio, como si estos ataques no se hubiesen producido. Eso aumenta la ansiedad de todos los armenios que viven en Turquía".

En enero de 2013, Ilker Sahin, profesor de 40 años que trabajaba en una escuela armenia en Estambul, fue decapitado en su casa.

En 2011, un taxista turco le dio un puñetazo a una cliente armenia. "Tienes mal acento", le dijo. "Eres una kafir [infiel]".

A ojos de muchos devotos musulmanes, la tolerancia parece ir únicamente en una dirección. Al parecer, muchos musulmanes siguen sin aprender a tratar a los demás con respeto. Los no musulmanes en todo el mundo musulmán son o bien asesinados o bien obligados a vivir con miedo. Muchos musulmanes siguen evidentemente pensando que los no musulmanes son sus dimmíes, y que pueden tratarlos tan terriblemente como les parezca.

En los países occidentales, los musulmanes son ciudadanos iguales con iguales derechos. Pero algunos de ellos exigen a menudo tener más derechos –privilegios por parte de sus Gobiernos–, como los tribunales de la sharia con un sistema legal paralelo. Si no se cumplen sus exigencias, acusan a la gente de islamofobia o de racismo.

En los países de mayoría musulmana, también Turquía, los no musulmanes son constantemente insultados, amenazados e incluso asesinados, y a la mayoría de los musulmanes, incluidas las autoridades del Estado, no parece importarles.

"La relación entre el islam y el resto del mundo está marcada por la asimetría", observa el escritor Jacob Thomas:

Los musulmanes pueden y deben disfrutar de todas las libertades y privilegios en tierra de kafires [infieles]; sin embargo, a los no musulmanes que viven en Dar el Islam [hogar del islam, países con regímenes islámicos] no se les garantizan esos mismos derechos y privilegios. Los políticos occidentales no parecen reparar en esta anomalía, mientras que a los académicos occidentales no parece preocuparles esta falta de quid pro quo en el mundo islámico. En nuestro mundo globalizado, no debería seguir produciéndose esta situación.

Por desgracia, el odio a los cristianos se ha convertido en la norma en los países musulmanes, y no va a desparecer pronto. Esto significa que los cristianos de Oriente Medio seguirán sufriendo, incluso siendo asesinados, y acabarán extinguiéndose en Oriente Medio si el mundo civilizado no les ayuda.

Como dijo Linda Markaryan, la refugiada cristiana que huyó del ISIS en Irak y que ahora vive en Turquía:

Aquí no tenemos futuro. Todo en nuestras vidas es incierto. Lo único que deseamos es ofrecer un futuro mejor a nuestros hijos en un lugar donde puedan estar seguros y a salvo.

"Solo tenemos trabajos temporales en cosas como la construcción", dijo su marido, Vahan Markaryan. "A los otros trabajadores [ciudadanos turcos] les pagan unas 100 liras turcas al día, pero a nosotros nos pagan solo 25 liras diarias por el mismo trabajo. No podemos reclamar nuestros derechos".

Hurriyet informó también de que los refugiados cristianos de Turquía han recurrido a Naciones Unidas para que se les permita ir a Estados Unidos, Canadá o Austria. Solo se les ha garantizado residencia en Turquía hasta 2023.

Los Estados occidentales deberían dar prioridad a los cristianos que provienen de países musulmanes a la hora de conceder el estatus de refugiado. Ya que Occidente viene de la cultura judeocristiana del amor y la compasión, parece que tiene la responsabilidad moral de ayudar en primer lugar a los cristianos, que son los inmigrantes más atribulados y benignos.



Fuente: http://blogs.periodistadigital.com/totalitarismo.php/2016/01/29/turquia-los-refugiados-cristianos-viven-

Los desafíos de la conservación del abominable inventario en Auschwitz.

OSWIECIM, Polonia — Visitar Auschwitz es encontrarse con un lugar que resulta incomprensible, pero extrañamente familiar. Después de tantas fotografías y películas, libros y testimonios, parece tentador verlo como el campo de exterminio del set de una película, producto de una horripilante imaginación cinematográfica, y no como un lugar de la vida real.

Por desgracia, es real.
Por tal motivo, desde su creación en 2009, la fundación que recaba dinero para conservar el sitio de Auschwitz-Birkenau se ha basado en una filosofía: “Conservar la autenticidad”. La idea es mantener el lugar intacto, tal como estaba cuando los nazis se retiraron antes de que el ejército soviético llegara en enero de 1945 para liberar el campo, un suceso que se recuerda cada 27 de enero en el Día de Conmemoración del Holocausto.

Es una postura ética que implica desafíos curatoriales específicos; significa restaurar las derruidas barracas de ladrillo donde los judíos y otras personas estuvieron cautivos sin reconstruirlas, para que no se vean como réplicas históricas; quiere decir reforzar la pila de escombros cubierta de musgo que está en la cámara de gas en Birkenau, el campo de exterminio que se encuentra a algunos kilómetros, estructura que los nazis hicieron explotar antes de su retirada; significa proteger esos escombros de las filtraciones de agua de los estanques adyacentes donde se tiraron las cenizas de las víctimas.

La meta de los conservacionistas es mantener el campo de Auschwitz intacto, exactamente como se encontraba cuando los nazis se replegaron antes de que el ejército soviético llegara en enero de 1945 para liberar el campo.

Y significa llevar a restauradores para que conserven un inventario que incluye más de una tonelada de cabello humano, 110.000 zapatos, 3800 maletas, 470 prótesis y aparatos ortopédicos, más de 40 kilogramos de gafas, cientos de latas vacías que contenían gránulos de veneno Zyklon B, tuberías metálicas patentadas y regaderas de las cámaras de gas, cientos de cepillos para el cabello y de dientes, 379 uniformes a rayas, 246 talits, más de 12.000 ollas y cazuelas que llevaron consigo los judíos que creían que únicamente se les reubicaría, y cerca de 229 metros de pilas de documentos de la SS — registros de higiene, telegramas, planos arquitectónicos y otras pruebas de la burocracia del genocidio — así como miles de memorias de los sobrevivientes.

El trabajo puede ser desgarrador, pero quienes lo llevan a cabo a menudo se sienten motivados por un sentido de responsabilidad.

“Estamos haciendo algo que se opone a la idea incial de los nazis que construyeron este campo”, explicó Anna Lopuska, de 31 años, quien supervisa un plan a largo plazo para la conservación del sitio. “No querían que durara. Nosotros estamos haciendo que perdure”.

La estrategia, dice, es “intervenir lo menos posible”. La idea es conservar objetos y edificios, sin embellecerlos. Cada año, con la muerte de más sobrevivientes, el trabajo cobra más importancia. “En 20 años, estos objetos serán los únicos que contarán la historia de este lugar”, agregó.


Fotografías de presos en una de las exhibiciones.

Los conservadores están tomando un camino menos explorado dentro del ámbito de la restauración. “Tenemos más experiencia en la conservación de una catedral que en los restos de un campo de exterminio”, dijo Piotr Cywinski, quien cumplirá 43 años próximamente y es el director del Museo Estatal Auschwitz-Birkenau, y está a cargo del sitio. Auschwitz, dijo, “es el último lugar donde todavía se puede tener una idea de la organización espacial del avance de la Shoah,” nombre que se le da al Holocausto en hebreo.

El año pasado, un número récord, 1,5 millones de personas, estuvieron ahí para ver la dimensión del Holocausto, cifra que triplicó el número de visitantes del 2001, lo que supone un mayor deterioro a los edificios envejecidos.

Entre 1940 y 1945, 1,3 millones de personas fueron deportadas a Auschwitz, el más grande de los campos de exterminio, el noventa por ciento de ellos judíos. El campo tiene una extensión de 202 hectáreas y alberga 155 edificios y 300 ruinas.

A lo largo de los años, ha habido diferencias en cuanto a las estrategias de conservación. “No estoy convencido de los actuales planes para Auschwitz”, expresó Jonathan Webber, miembro de los asesores del Consejo Internacional de Auschwitz y catedrático del programa de Estudios Europeos en la Universidad Jaguelónica de Cracovia. “Un buen monumento en memoria de las víctimas puede lograr lo mismo sin tener que invertir todo ese esfuerzo de conservación y restauración”, añadió.


Nel Jastrzebiowska trabaja en el laboratorio del museo de conservación, que abrió en 2003.

El laboratorio de conservación, que cuenta con tecnología de punta, abrió en el 2003. Una tarde reciente, Nel Jastrzebiowska, de 37 años, conservadora de papel, estaba usando una goma de borrar para limpiar una pila de papeles; eran cartas con el membrete de Auschwitz, escritas en alemán con una prosa optimista cuya intención era burlar los censores. “Tengo buena salud”, se leía en una de ellas, y proseguía, “Envíame dinero”.

En una mesa cercana se encontraba la partitura para los instrumentos de viento del Capricho Italiano (Op. 45) de Tchaikovsky, que fue tocado por la orquesta del campo de exterminio. Jastrzebiowska dijo que conservaría la página como estaba y dejaría los manchones que indicaban que se había dado vuelta a las páginas. “Los objetos deben mostrar su propia historia”, dijo Jolanta Banas-Maciaszczyk, de 36 años, jefa del departamento de conservación.

“No podemos detener el tiempo”, expresó Jastrzebiowska, “pero podemos retrasarlo”.

El esposo de Jastrzebiowska, Andrzej Jastrzebiowski, de 38 años, es conservador de metal; pasó tres meses limpiando todas las gafas en una vitrina, conservando su estado de desgaste, pero tratando de evitar una mayor corrosión. “Cuando vi las gafas en exhibición, me parecieron una enorme pila”, dijo. Pero en el laboratorio, comenzó a examinarlas una por una; una de ellas, en lugar de tornillo tenía una aguja doblada; otra tenía una de las varillas reparadas. “Entonces esa enorme masa de gafas comenzó a convertirse en personas”, confesó Jastrzebiowski. Esta “búsqueda por los rasgos individuales”, dijo, ayuda a asegurarse de que el trabajo no se vuelva demasiado rutinario.


Flores dejadas al lado de las ruinas de las cámaras de gas.

En el 2009, el infame letrero metálico en el que se lee “Arbeit Macht Frei” (“El trabajo libera”) que colgaba sobre la puerta de la entrada fue robado. Días más tarde, fue encontrado en otro lugar de Polonia, cortado en tres (un sueco con vínculos neonazis y dos polacos fueron acusados de cometer el delito). Jastrzebiowski ayudó a soldar el letrero para dejarlo nuevamente de una sola pieza. Sin embargo, las cicatrices de la soldadura acabaron por narrar más la historia del robo que la de su larga historia, de tal modo que el museo decidió que sería más auténtico reemplazar el letrero dañado.

Hay camaradería entre los conservadores, pero algunas veces las tareas pueden ser demasiado difíciles de sobrellevar. “Probablemente uno de los trabajos más difíciles sea trabajar con zapatos”, comentó Banas-Maciaszczyk, “todos aquí tenemos nuestros momentos de emotividad”. Para ella, fue el día en que estaba limpiando una pequeña sandalia de madera de una niñita; podía ver la pequeña huella del pie sobre la suela. “Es algo muy difícil de describir”, dijo. De 1940 a 1945, entre 150.000 y 200.000 niños murieron en estos campos.

Banas-Maciaszczyk contó que su madre le dijo que estaba loca por trabajar en Auschwitz. “Hay momentos en que pienso, ‘¿qué estoy haciendo aquí?’”, reconoció. Pero en esos momentos recuerda el objetivo fundamental. “Todos los que trabajamos aquí debemos sentir que es muy importante. De lo contrario, no habría poder alguno que nos hiciera permanecer aquí”.

Kamil Bedkowski, de 33 años, trabajó como conservador de arte en Gran Bretaña durante ocho años, inclusive restauró frescos en el cielo raso del Castillo de Windsor. Ahora forma parte del equipo que apuntala las barracas de ladrillos que se derrumban en Birkenau, donde miles de personas durmieron alguna vez, apiñadas en ruinosas literas de tres niveles. “Este proyecto constituye el mayor reto en el que he trabajado”, dijo.

Visitantes al sitio cruzan las vías del tren a través de la rampa por donde desembarcaban los que llegaban al campo.

En su mayoría, los conservadores tienen menos de 40 años, lo suficientemente jóvenes como para no haber conocido la Segunda Guerra Mundial —“No es nuestra culpa que el campo se haya construido aquí”, dijo Jastrzebiowski—, pero sí lo suficientemente grandes para haber oído historias de sus padres y abuelos. Pocos están en contacto habitual con judíos que no son sobrevivientes ni visitantes.

A pesar del espíritu de congelar el sitio en el tiempo, algunas muestras han sido rediseñadas en años recientes: la de la Federación Rusa cuenta la historia de los prisioneros políticos rusos aquí; las de los Países Bajos, Francia y Bélgica hablan del destino de sus judíos; la exhibición dedicada a los gitanos Sinti y Roma presenta la historia, a menudo pasada por alto, de aquellos pueblos asesinados aquí. La muestra polaca tiene el colorido del pasado comunista del país.

El nuevo pabellón judío abrió en el 2013; fue diseñado por Yad Vashem, la institución oficial constituida en memoria del Holocausto en Jerusalén. El pabellón muestra películas en blanco y negro de la vida de los judíos en Europa antes de la guerra y después de los mítines de Hitler. En una habitación, el artista israelí Michal Rovner copió dibujos elaborados por niños del campo en la pared. En otra, los nombres de seis millones de víctimas del Holocausto están impresos en una larga hilera de páginas, cuyos bordes se tornan amarillentos por el contacto humano.

Las exhibiciones permanentes serán actualizadas en el transcurso de la próxima década para incluir más objetos relacionados con los perpetradores, no solo sus víctimas. En el almacén de la colección se encuentra una caja con sellos de goma de la SS con mango rojo, que se conservan en cajas libres de ácido. En el futuro, estos objetos estarán en exhibición. Forma parte de un plan a largo plazo del museo, con ayuda de la fundación, que ha recabado cerca de 120 millones de euros (unos 130 millones de dólares), casi la mitad donados por Alemania, para asegurar la conservación a perpetuidad.

El museo ha decidido no conservar una cosa: el cúmulo de cabello humano que ocupa una enorme vitrina. En el transcurso de los años, los cabellos han perdido su color original y han comenzado a adquirir un tono gris. Por respeto a las víctimas, no pueden ser fotografiados. Hace varios años, los asesores del Consejo Internacional de Auschwitz sostuvieron un debate difícil sobre el cabello. Algunos sugirieron enterrarlo, otros querían conservarlo, pero uno de los asesores planteó una cuestión: ¿cómo podemos saber si los cabellos pertenecen a personas que están vivas o que murieron? ¿Quiénes somos para decidir su destino?

Se decidió dejar al tiempo la descomposición del cabello en la vitrina, hasta que se convierta en polvo.




Fuente: http://mobile.nytimes.com/2015/04/16/universal/es/abominable-inventario-en-auschwitz-es-un-desafio-para-la-conservacion.html?utm_source=fb&utm_medium=cpc&utm_campaign=kimbot&_r=1&referer=http%3A%2F%2Fm.facebook.com